Para agradecer a Santo Domingo el que éste
librara de una plaga de langostas, que azotaba a toda la comarca, el pueblo
de Tubilla acude a Caleruga cada Pascua de Pentecostés.
Cuando la peregrinación se hacía a pie o en caballerías,
los tubillanos y tubillanas que se quedaban en el pueblo acompañaban
a los peregrinos hasta el lugar indicado en la foto. En este mismo punto,
en el Camino de Caleruega, les esperaban a su regreso de la cuna de Santo
Domingo, para seguir hasta el pueblo en procesión rezando todo
el Rosario.
Un grupo de personas ha querido reivindicar el camino que hacía
Santo Domingo de Guzmán desde Caleruega a Gumiel de Hizán.
(ver página Web), a la vez que recordar la peregrinación
que hicieron en otros tiempos nuestros abuelos.