Los corrales de ovejas, al igual
que otros edificios rurales, tienden a desaparecer en Tubilla o a
ser transformados en naves agrícolas.
En el campo, no hace muchos años, se podían ver muchos ejemplares
como los corrales del Valdespina, Valdisierra, los Millares, Quintanilla,
Trasdelmonte, etc. Hoy sólo quedan las paredes, en buen estado, de
un corral en Trasdelmonte. En el casco urbano los corrales se han
conservado o transformado para que sean de utilidad a los nuevos requerimientos
agrícolas.
Estos edificios son de planta cuadrada o rectangular, cuya
superficie oscila entre los 200 y 300 metros cuadrados. La altura
de sus paredes no supera los tres metros. El material de construcción
es la piedra, aunque también se pueden ver adobes. El corral está
dividido en dos partes principales: El casco y la tenada. El casco
es la parte que no tiene cubierta, es, por así decirlo, el patio.
La tenada está cubierta con un tejado cuyas aguas vierten al casco
para que la paja se pudra mejor y se convierta en buen abono (xirle).
La entrada del casco tiene puerta fija, no así la de la tenada. En
la tenada se solía hacer un apartado para los carneros. Alrededor
de las paredes interiores de la tenada, a unos 50 cm. de altura se
ponen las comederas, utensilios, en forma de canaletas, hechos con
tablas gruesas con una longitud de 3 a 4 metros. En ellas se deposita
el pienso para las ovejas. En la tenada también hay un altillo donde
se colocaba la alfalfa, la avena en rama o la leña.
De la viga del corral colgaban sogas para atar las berzas o
la avena en rama a una altura prudencial para que alcanzaran sin dificultad
los animales. Los corrales de campo albergaban las ovejas desde Abril
- Mayo hasta finales de Octubre; a partir de aquí, durante la "refriadera,
o paridera", las ovejas venían a los corrales del casco urbano. Al
llegar al pueblo, el pastor la iba separando y entregando a sus dueños,
quienes las llevaban a sus corrales para volverla a entregar al pastor
al día siguiente, si el tiempo lo permitía.
Los corrales del campo solían ser propiedad de varios personas,
por eso, a la hora de limpiar el corral y repartirse el estiércol,
lo hacían en común y a partes iguales. Los corrales ubicados en el
pueblo son de propiedad individual.
Actualmente en Tubilla hay un rebaño de ovejas, que utiliza
algunos corrales, aunque el sistema de alimentación y producción es
llevado por métodos modernos.