En la provincia de Burgos habitan casi 370.000 personas, y el 60 por ciento
viven concentrados en los tres principales municipios: Burgos, con 160.000;
Miranda de Ebro y Aranda de Duero.
Situada en la Submeseta Norte, sus aguas vierten a los tres mares a
través de los ríos Duero, Ebro y Cadagua. El paisaje viene constituido
por una mezcla de paramera, sierra y valle, síntesis bien combinada de
la España interior.
Con una superficie de 14269 km², la Provincia se extiende desde la Cordillera Cantábrica
hasta la otra orilla del Duero. Fue constituida por sedimentos terciarios de la
depresión del Duero, disecados por este río y sus afluentes.
De la Cuenca del Duero forma parte La Sierra, básicamente del partido de Salas de los
Infantes, las Comaracas de Villadiego y de Castrojeriz, el Alfoz de Burgos en el curso del
Arlanzón, las Tierras de Lerma regadas por el Arlanza y la Ribera del Duero, a uno y otro
lado de Aranda de Duero.
El valle del Ebro por su parte ocupa casi un tercio de
la superficie provincial. En esta zona se encuentran básicamente las Merindades,
distribuidas en torno a Medina de Pomar y Villarcayo, el páramo de la Lora con
Sedano como capital de importancia histórica reconocida, la fértil cuenca de la Bureba
con centro en Briviesca, Miranda de Ebro y Treviño.
El resto de la provincia participa de los dos sistemas montañosos que lo enmarcan:
- El Sistema Ibérico que penetra en Burgos por los altos páramos de la Lora,
prolongando los altos niveles de la paramera hasta el sur de la capital. A este Sistema
pertenece la Sierra de la Demanda, con una de las máximas elevaciones de la provincia el
Pico de San Millán (2.134 m) límite de Burgos con La Rioja y Soria.
- La cordillera Cantábrica, a la que pertenece todo el norte de la provincia, integrado
en el partido judicial de Villarcayo.
Entran pues en la provincia tres importantes unidades geográficas: la España húmeda, el
valle del Ebro y la Meseta, lo que hace de Burgos una encrucijada de varios paisajes; se
suceden altas montañas, como las de la sierra de la Demanda, picos de Urbión (2.253 m),
montes de Oca (996 m.), Peñas de Cervera (1.413 m) o sierra de Covarrubias, altas mesetas
o páramos, desfiladeros (Pancorbo), corredores (La Bureba), valles y campiñas fluviales
(como los de Mena, regado por el Cadagua, ribera del Ebro, Duero, Arlanza, Arlanzón y
Pisuerga); tiene una compleja y rica diversidad morfológica y de relieve en la que se
alternan los materiales calizos y arcillosos.
El clima es
continental, determinado por la considerable altitud media (700 metros) y la presencia del
muro de la cordillera Cantábrica, que detiene el influjo Atlántico; la temperatura
disminuye con la altura, por lo que existen en los macizos más elevados zonas de nieves
perpetuas. La oscilación térmica es del orden de los 17°, el invierno es largo y duro
(cuatro meses con medias inferiores a 6°) y en Burgos capital, situada a 856 m de
altitud, la temperatura del mes de enero es de 2'5 °C de promedio; los veranos son secos
y la temperatura media anual es de 10 °C. Las precipitaciones son escasas, y oscilan
entre los 380 mm anuales de Aranda de Duero y los 480 mm de Burgos capital, si bien
aumenta en las áreas de montaña. El Duero y el Ebro cruzan los extremos opuestos de la
provincia, dividiéndola en dos cuencas. Los afluentes del Ebro son los más caudalosos
(Oca) y los del Duero los más largos (Arlanzón, Arlanza, Esgueva).
La estepa es la
vegetación natural de las parameras, en competencia con los cultivos de cereales en las
áreas más aptas. Bosques de coníferas predominan en el Sistema Ibérico. En los montes
Cantábricos el encinar alterna con los pastos. Principalmente encontramos vegetación de
enebros, encinas, lentiscos y carrascales, y existen aún importantes masas forestales de
pino, roble, rebollo y haya.
Burgos es una
provincia escasamente poblada, con una densidad de población que se ha mantenido durante
los últimos 50 años muy por debajo de la media nacional. El aumento de la población
absoluta entre 1900 y 1950 fue poco importante (de 338.822 hab. Pasó a 397.048) y se
pasó de 30.000 a 82.000 hab. A partir de 1950 se inicia un lento pero continuado
descenso, causado por la emigración hacia Madrid y Vizcaya y por la baja natalidad. Desde
1900 ya los saldos migratorios fueron siempre desfavorables, acentuándose su negatividad
en la época posterior a 1950. La población urbana es escasa.